Tras un inicio de liga complicado tras jugar contra La Data, Miralvalle y Chinato, Amicus viajaba a Coria con la idea de que su liga comenzaba entonces, jugando contra un equipo teóricamente asequible. Y digo teóricamente porque el desarrollo del encuentro fue bastante diferente a lo que el neófito cuadro tenía en mente, demostrando que todavía le queda rodaje hasta pagar la novatada.
Salieron los nuestros fríos, como la temperatura que reinaba en el pabellón cauriense, encajando un 7 – 0 que le daba la primera ventaja seria a los locales. Esa brecha inicial, lejos de acortarse, no hizo sino crecer a lo largo del encuentro. Pronto tuvo Javier “Negro” García, el entrenador del Amicus, que pedir un tiempo muerto para que no se repitiera la película ya conocida de encuentros anteriores: los suyos cediendo una ventaja inicial y sin signos de reacción. “Negro” puso en marcha la rotación de banquillo, pero el equipo se mostró incapaz de encontrar fluidez en ataque. El intercambio de canastas en este primer cuarto fue lento y pesado. Más que imponerse las defensas lo que se imponía eran las imprecisiones y así acabó el primer cuarto con un tanteo de 18 – 8. 10 puntos abajo pero la sensación de que el partido aún no estaba perdido.
Llegó el segundo cuarto y con él se repitieron los mismos errores. Falta de claridad en ataque y la presión a toda la cancha del equipo rival que se atragantaba. A ello se sumó una excesiva relajación en defensa que desde el banquillo se trató de corregir pidiendo tiempo y cambiando a individual. La defensa mejoró, no así el ataque. La única manera de acercarse al aro parecían ser los tiros libres, aunque tampoco el conjunto visitante se mostró acertado en este campo. Llegó el descanso y Amicus ya palmaba por 19. Con 40 – 21 y bastante frustración, los de la camiseta clara enfilaron el vestuario.
La segunda parte trascurrió por los mismos derroteros. Defensas fuertes y ataques nada claros. La intensidad defensiva y una mayor fluidez ofensiva fue apareciendo a cuentagotas en los placentinos, pero la tímida reacción no fue suficientes para forzar un parcial que les metiera de nuevo en el partido. El tercer cuarto terminó con un claro 14 – 10 para los de Coria, situando el marcador en 55 – 33. Con los deberes por hacer en los tres primeros cuartos, el último sirvió para que las defensas se relajaran y los ataques se sucedieran de forma alocada. El resultado final, 74 – 44 pero la sensación de que se pudo hacer mucho más.
Ahora toca reflexionar y prepararse mentalmente para el siguiente asalto, trabajando aspectos como el rebote, la intensidad en los primeros minutos de partido, el ataque y los tiros libres (23 de 38, un 60,5% de acierto).
Crónica by José A. Huertas.